jueves, 24 de noviembre de 2011

Nothing.

Vacío.
No hay nada, no sientes nada.
Ya no te preocupas. No porque no quieras, sino porque ya no puedes.
Llegas a un punto en que llorar por todo ese odio que te tienes se convierte en rutina.
Crees que nadie en el mundo te odia tanto como tú, y tienes razón.
Ya no sabes que hacer, sigues adelante por inercia, sin ganas, sin sueños, sin esperanzas.
Te tumbas en el tiempo y dejas que te lleve.
Cosas que normalmente te romperían el corazón, ya ni te inmutan.
Te asustas, es como si ya no sintieses nada. Como un autómata, un ser vacío, sin alma.
Sientes que ya a nadie le importas, y quizás sea verdad, pero te da igual.
Ya todo te da igual.
No tienes ganas de nada, ves los días pasar deseando que la velocidad aumente.
Ves como nadie se da cuenta, y si lo hacen, simplemente lo ignoran.
Te desvaneces frente a sus ojos.
Ya lamentarán después no haberse dado cuenta.
Todos serán mentiras.

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